LA BODEGA DEL MES
Bodegas y Viñedos Gormaz
12 Linajes y la Ribera Soriana
Frío acrecentado por una altitud de casi mil metros. Viñedos “prefiloxéricos” donde nunca llegó la plaga que asoló Europa y casi toda España a finales del siglo XIX y principios del XX. Cientos de parcelas pequeñas, atomizadas, de viñedos muy viejos, de subsistencia que cada año se la juega ante heladas y granizos; pero qué si sale adelante, dará unos vinos poderosos y expresivos, marcados por una fina acidez natural debida al clima extremo, que, además, los hará frescos y elegantes. Esto es la Ribera soriana.
La denominación de origen Ribera de Duero se extiende por cuatro provincias castellanas, que son Burgos, Valladolid, Soria y Segovia; y por este orden de importancia en cuanto a la cantidad de viñedos y bodegas. Cuando se constituyó en 1982, once fueron las firmas fundadoras; y una de ellas fue la cooperativa de San Esteban de Gormaz, en Soria. Con el paso de los años allí se han ido instalando una serie de bodegas que hacen vinos muy especiales; y la cooperativa fue adquirida por Juan Rivero, empresario del mundo de la tecnología, que funda el grupo Hispano Bodegas con firmas como Garcigrande en Rueda, Valdelacierva en Rioja y la soriana que pasa a llamarse Bodegas y Viñedos Gormaz.
Allí Rivero pone al frente a Mª José García Moreno, ingeniero agrónomo, master en enología y viticultura; una mujer joven y decidida que además ejerce de gerente de la bodega y administra y selecciona las uvas de 232 hectáreas repartidas en unos 70 parajes diferentes, procedentes de 25 pueblos en San Esteban y alrededores. Cuentan con viñedos propios y los de los antiguos cooperativistas que actúan de proveedores de uva. Mantienen la marca 12 Linajes que tiene detrás una historia muy bonita. Viene de la época del rey castellano Alfonso VIII que vivió mucho tiempo en Soria, y que como los “12 Pares de Francia” o los “Caballeros de la Mesa Redonda” ingleses, también tenía una mesa redonda donde se sentaban 12 nobles sorianos con sus respectivos escudos de armas que identificaban el linaje de cada uno. La etiqueta de los vinos refleja esa mesa con los escudos rodeando una figura ecuestre del rey Alfonso.
Mª José García elabora esta marca en sus categorías de roble, crianza y reserva; todos ricos y especialmente reseñable el Crianza, ahora de la añada 2016, con tempranillo cien por cien de los pueblos de Atauta, Alcubilla e Inés, y 14 meses de crianza en barrica. Presenta una nariz muy intensa, con mucha fruta negra madura; y una boca potente, sabrosa, larga y con esa acidez tan equilibrada, marca de la casa y de la zona, que hace al vino fresco y muy agradable.