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Cillar de Silos Crianza

  • Vino: Cillar de Silos Crianza
  • Productor: Bodegas y Viñedos Cillar de Silos
  • Tipo: Tinto
  • Denominación de Origen Ribera del Duero (+ info)
  • Añada: 2019
  • Variedad: Tempranillo
  • Crianza: 12 meses en barricas de roble francés
  • Grado alcohólico: 14º Vol.
  • Temperatura de servicio: 15º
  • Evolución: 2026

 

La Cata

Por Enrique Calduch


“Nariz muy expresiva, con garra, con aromas de fruta madura, minerales y un tono balsámico. Boca amplia, robusta, estructurada pero fina y limada”

LA BODEGA DEL MES

Cillar de Silos, la despensa de los monjes

Por Enrique Calduch

Se supone que la vida de los monjes benedictinos que vivían en la abadía de Santo Domingo de Silos, en la provincia de Burgos, era muy ordenada, pero a la vez placentera. Desde el siglo XI hasta que la desamortización de Mendizabal en el XIX, disponían de prioratos, tierras y diezmos que les abastecían de todo lo necesario. El vino lo traían de la parte de la Ribera, concretamente de una zona situada un poco al norte de Aranda, por los pueblos de La Aguilera, Quintana del Pidio, Gumiel de Izán…, las zonas más altas de la actual denominación de origen, y que en estos momentos representan una zona muy específica con vinos de mucha personalidad.

Los monjes disponían en estas tierras de 85.000 cepas, según los archivos de la época, de tal manera que tocaban a algo más de cuatro litros diarios para cada uno de este estimulante producto alimenticio. Naturalmente no se los beberían todos, sino que repartirían entre sirvientes y allegados. El vino se guardaba con otros productos más en lo que se llamaba un “cillar”, procedente de la palabra del latín “cella”, que quiere decir despensa. El mismo significado tiene “celler”, en catalán, aunque más enfocado al vino y como bodega; y como ejemplos hay una magnífica tienda de vinos en Barcelona que se llama El Celler de Gelida y un grandioso restaurante que se llama Celler de Can Roca.

A finales de los años setenta y principios de los ochenta del siglo pasado Amalio Aragón , agricultor de toda la vida y originario de un pueblo cercano que se llama precisamente Cilleruelo de Abajo, comienza a comprar tierras cargadas de viñedos antiguos en Quintana del Pidio y alrededores, los viejos viñedos de Silos. Entonces aquellos viñedos, ahora tan cotizados, salían muy baratos. Entre unas cosas y otros se hace con unas 65 hectáreas; así como unos calados subterráneos espectaculares. Vende uva y vino, pero con el paso del tiempo y apoyado en sus hijos, Roberto y Oscar, este último enólogo, deciden elaborar sus propios vinos y hacer su propia marca. Salen al mercado en 1994 con el nombre de Cillar de Silos, en homenaje a aquellas despensas cargadas de vino que abastecían a los benedictinos.

Desde el primer momento arrancan con buen pie y se hacen un hueco enseguida en las principales guías vinícolas. La gracia de sus vinos, que comparten con algunas otras bodegas, también de mucho prestigio y vecinos suyos, son los tonos minerales en nariz, ligados a la tipicidad de una tempranillo de calidad con sus frutas rojas y negras; y una boca con una buena acidez que le da a los vinos frescura y un excelente paso.

El vino Cillar de Silos Crianza, destaca por presentar frutas en nariz algo maduras, mucha mora, y tonos minerales y especiados. Boca potente, sabrosa y fresca. Efectivamente, se ve que los monjes, además de disfrutar un claustro románico único y de trabajar el gregoriano, también sabían de donde traer el vino.