LA BODEGA DEL MES
El Castillo de Cuzcurrita
Cuzcurrita de Río Tirón es un pueblo muy bonito y bien cuidado situado en una de las zonas más altas y más al oeste de La Rioja, ya cerca de la provincia de Burgos. Su principal atractivo es un castillo del siglo XV, perfectamente conservado, con grandes salones y habitaciones para visitas.
Por Enrique Calduch
Rodeando al castillo hay una cerca de piedra y en su interior 7,5 hectáreas de viñas. Es lo que se llama “el cerrado del castillo”. Hace muchos años allí se elaboraba vino, luego dejó de hacerse, y en 1999 un grupo empresarial bilbaíno compra la propiedad entera y le encarga a la enóloga Ana Martín Onzain, también bilbaína, de reconocido prestigio y enorme experiencia, que monte una bodega para hacer un buen vino tinto, competitivo y de calidad.
Martín conoce bien Rioja y sabe que Cuzcurrita, que está en la zona más alta y probablemente más fría de la toda la zona, da por lo general vinos que representan una enorme ventaja, que es su punto de acidez alto, que los hará frescos y longevos. La condición fundamental para que un vino sea bueno, es el equilibrio entre el grado alcohólico y la estructura, con la acidez. En España en general, y en Rioja también, el grado es fácil de conseguir, pero la acidez, eso es más difícil, al menos de forma natural. Ana Martín sabe que lo tiene al revés que en otras elaboraciones donde trabaja. Aquí busca grado, así que vendimia más tarde; busca estructura y concentración, lo hará con más remontados; busca color, y hará la fermentación maloláctica en barrica. La estrategia ya está montada, ahora dependerá de los diferentes viñedos.
La firma dispone de 25 hectáreas de viñedo, todos en ecológico, incluyendo los del cerrado. Señorío de Cuzcurrita es un crianza, con 12 meses en barrica. Es muy expresivo y domina la presencia de fruta madura negra, como ciruelas y moras, tonos especiados, cacaos. Con mucha personalidad y una boca con ese equilibrio bien conseguido, muy vivo, sabroso y sin duda de largo recorrido. El Cerrado del Castillo es el hermano mayor. Elaborado con los viñedos de dentro de la cerca del castillo, tiene 18 meses en barrica, cuatro en depósitos de hormigón y tres años reposando en botellero. Es un vino soberbio, elegante, complejo, de nuevo la sensación de ser un vino diferente, con carisma; con mucha potencia en boca, pero con esa frescura de la fina acidez.
