La D.O. Jumilla abarca una amplia comarca al norte de la provincia de Murcia (Sureste de España) y algunos municipios del sur de Albacete, siendo la localidad murciana de Jumilla la capital de la zona y quien le presta su nombre.
Se trata de un lugar con un clima mediterráneo-continental de carácter semiárido. Es destacable la escasez de lluvias durante todo el año, con un mínimo muy marcado en verano. Es una de las zonas más calurosas y soleadas de España, con una insolación media de 3.000 horas de sol despejado al año, razón por la cual la uva principal de la zona, la Monastrell, es tan peculiar.
Es una de las regiones vinícolas históricas del país, tras unos estudios realizados en la zona, varios hallazgos cifraron en más de 5.000 años de antigüedad la tradición vitivinícola de la comarca. Es aquí donde se han encontrado los restos de vitis vinífera más antiguos de Europa (del año 3.000 a.C.)
Sin embargo fue a mediados del siglo XIX cuando la delicada situación en la que se encontraban los viñedos europeos (especialmente los franceses) asolados por la plaga de la filoxera, cuando Jumilla desarrolló de forma más profunda su viticultura, lo que conllevó un aumento significativo de las plantaciones de vid y las exportaciones de mosto al país vecino.
Con el paso del tiempo, Jumilla se convirtió en una de las denominaciones de origen más antiguas del país, con reglamento oficial desde el año 1966.
La uva más característica de la región es la Monastrell y es la base de la personalidad y originalidad de la denominación de origen Jumilla. La Monastrell es una uva tinta, potente, con mucho extracto, color y energía, y representa la variedad tradicional y mediterránea con la que históricamente se han hecho los vinos de Jumilla.
Desde hace tiempo, la D.O. Jumilla apuesta por elaborar vinos de gran calidad, subiéndose al tren de la revolución vinícola que se ha dado en muchos lugares de España. Instalaciones modernas, nuevos enólogos, parque de barricas… representan en la actualidad el hacer cotidiano de esta zona.
La gracia está en la personalidad de la Monastrell bien elaborada y el punto de modernidad que se ha cogido a la hora de presentar los vinos. Cerca de dos docenas de bodegas embotelladores trabajan en la denominación, haciendo blancos, rosados y tintos, tanto jóvenes como criados en madera. Exportan un porcentaje muy elevado de la producción y es el selectivo mercado norteamericano, junto al centroeuropeo, el destino de la mayoría de las ventas exteriores.
En cuanto al mercado nacional los buenos aficionados reconocen las virtudes de los nuevos vinos de Jumilla, y declaran está zona como una de las más emergentes de todo el panorama vinícola español.