Hoy Toro está reconocida a nivel internacional como una de las mejores regiones vitivinícolas del mundo. En los diez últimos años la D.O. TORO ha pasado de la oscuridad al centro del escenario mundial, gracias a sus vinos de alta calidad y de personalidad inconfundible.
A pesar de haber conseguido la fama internacional recientemente, la historia del vino de TORO es muy antigua. Desde la época romana y a lo largo de los siglos XII y XIII, los vinos de Toro fueron objeto preciado de mercadeo, gozando incluso de privilegios reales. Así, durante el reinado de Alfonso IX, el vino de Toro era el único vino foráneo que tenía permitida la entrada en la ciudad de Sevilla. Fue también el vino de Toro el que acompañó a Cristóbal Colón en su descubrimiento de las Américas; hasta tal punto que la “La Pinta”, una de sus tres carabelas, fue bautizada así por el toresano Fray Diego de Deza, confesor de la reina Isabel, en referencia a una medida de capacidad que se empleaba en Toro y que aún hoy se utiliza como expresión coloquial para referirse a un trago de vino.
Ya en el siglo XIX, con la llegada de la filoxera a Europa, Toro se convirtió en una región exportadora de vinos, principalmente hacia Francia. La invasión de esta plaga sólo había afectado a una pequeña proporción del viñedo de esta zona.
A lo largo de la historia el valor del vino de Toro había radicado principalmente en su graduación y corpulencia, características que hacían de él un vino duradero, y que permitía su transporte a ultramar. Ello explica que hasta más de la mitad del siglo XX su demanda, basada en dichas cualidades, no propiciara ningún tipo de cambio en la producción de aquel potente vino. A medida que el mercado fue demandando vinos más finos y elegantes, el futuro de estos vinos se preveía difícil.
Observando esta realidad, ya en la década de los años 70, y convencido de que la alta graduación de aquella Tinta de Toro no era intrínseca a la variedad sino a su tardía recolección, se comenzó a impulsar el primer gran cambio en la zona: el adelanto de la vendimia en casi un mes. Se trataba de recolectar la uva en el momento óptimo de maduración a la vez que se reducía su graduación desde los 16º-17º, hasta los 13º-14º.
En 1987 se aprueba la denominación de origen que abarca dieciséis términos municipales de la zona, pertenecientes a las provincias de Zamora y Valladolid. Manuel Fariña fue elegido presidente del primer Consejo Regulador de la D.O. Toro. Con tan sólo seis bodegas acogidas al nuevo marchamo de calidad, se iniciaba una nueva etapa llena de retos y verdaderamente prometedora.
Los vinos tintos se elaboran principalmente con la variedad Tinta de Toro, buscando siempre el grado de madurez necesario para obtener vinos donde el equilibrio de sus componentes redunden en la notable calidad de los vinos.
La uva despalillada se encuba en depósitos donde fermentará en presencia de los hollejos durante un tiempo que dependerá del tipo de vino a obtener. Así los vinos jóvenes tendrán encubados más cortos y los vinos destinados a envejecimiento en barricas de roble bordelesas tendrán maceraciones más largas, extracción que la barrica domesticará con el paso del tiempo potenciando la longevidad de los mismos.
Dadas las excepcionales condiciones climatológicas que se prestan en la zona, la variedad Tinta de Toro madura temprano, esto da la oportunidad para que las bodegas elaboren además, vinos por el sistema de maceración carbónica (encubado de racimos enteros), estos vinos fragantes, frescos y aromáticos se empiezan a comercializar a partir del mes de noviembre, dentro del mismo año de la recolección de la uva.
El reconocimiento mundial de los nuevos vinos de Toro ha puesto a esta D.O. en el punto de mira, no sólo de compradores, sino también de gran número de inversores del sector vinícola. Así lo demuestra el hecho de que en la actualidad hay más de cuarenta bodegas amparadas por la D.O. Toro.
Algunos de los más prestigiosos observadores del mundo del vino no han dudado en situar a Toro entre las diez regiones vitivinícolas de mayor interés del mundo de los próximos años.